Atrévete a empezar nuevos ciclos.

Después de 24 años en mi negocio, llegó un momento en el que me sentí cansado, desanimado, poco productivo y con dificultades financieras. Durante mucho tiempo disfruté mi pasión: trabajé felizmente como psicólogo durante una década, pero al emigrar, mi contexto cambió completamente. Dejé mi carrera, solté mi propósito y me alejé de lo que tanto amaba.

El cambio de idioma, la cultura y muchas otras razones –o mejor dicho, excusas– me hicieron creer que no podía continuar. Me adapté a una nueva realidad, tomé otros caminos y, aunque estoy agradecido por todo lo que logré, dentro de mí siempre permaneció el llamado de trabajar con personas, de ser un apoyo, de aprender y crecer junto a otros.

A pesar de haberme alejado de mi vocación, siempre hubo señales que me recordaban quién soy y lo que realmente me hace feliz. Recibí retroalimentación de amigos, motivación de personas cercanas y, poco a poco, fui reconectando con esa parte de mí que tanto extrañaba. Hasta que finalmente entendí que debía regresar.

Así que tomé una decisión valiente: soltar lo que ya no funcionaba para mí y emprender en lo que realmente me satisface, me llena y me hace sentir valioso. Hoy, después de todo este proceso, puedo decir con certeza que fue la mejor decisión que pude tomar.

Tengo un equipo increíble, pequeño pero poderoso, que me reta, me inspira y me impulsa a dar lo mejor de mí. Juntos, estamos construyendo una visión clara de lo que queremos lograr. La transición ha sido desafiante, llena de aprendizajes, cambios de hábitos y nuevas rutinas, pero ahora sé que estoy caminando en la dirección correcta.

• Lo que he aprendido en este proceso:

•  Rodéate de las personas correctas: Quienes te rodean influyen enormemente en tu alegría, en el logro de tus metas y en el valor que le das a tu vida.

•  Atrévete, incluso con miedo: El temor es parte del camino, pero no puede ser un obstáculo para alcanzar lo que deseas.

•  Escucha a quienes ven en ti lo que a veces no puedes ver: Hay personas que creen en ti incluso cuando tú dudas. Déjate inspirar por ellos.

•  Confía en tu visión: Es tu mejor guía. Escríbela, declárala y trabaja por ella.

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Hoy me siento feliz y agradecido. Disfruto cada sesión de coaching y terapia, me apasiona explorar todas las posibilidades para apoyar a mis clientes en sus procesos y estoy convencido de que tomé la decisión correcta.

Pero este cambio no lo logré solo. Quiero expresar mi gratitud a quienes han sido clave en esta transformación:

 Sofía Marín, por ser un pilar en este proceso, por tus palabras, apoyo y confianza.

Ingeniería Transformacional, por desafiarme y entrenarme en este camino de crecimiento y evolución.

Mi poderosa Tribu Mojave, llena de seres humanos extraordinarios.

Mis entrenadores, especialmente Rafael Viera, quien hizo las preguntas correctas a alguien más, y en esas respuestas encontré las mías.

Mi grupo de Seniors Ikigai y compañeros de Staff, quienes me inspiraron y hasta me exigieron hacer este cambio.

Y, sobre todo, a mi compañera de equipo, la increíble Aldana Amaya. Sin tu apoyo, inspiración, alegría y optimismo, nada de esto habría sido posible. ¡Gracias infinitas!

Si estás leyendo esto y sientes que algo dentro de ti quiere despertar, inténtalo. Suelta el temor. Hazlo de nuevo si es necesario. Escríbelo, persíguelo, rodéate de personas que te impulsen y confía en el proceso.

 Porque cuando te atreves a seguir tu propósito, tu visión se convierte en la mejor brújula para llegar a donde siempre has querido estar. ✨

Bayron Ramirez